La salina Esperanza acoge nuevos nidos para la recuperación del águila Pescadora en la Bahía de Cádiz 29 marzo 2021
Endesa, la Fundación Migres y la Universidad de Cádiz, Parque Natural Bahía de Cádiz y Estero Natural trabajan conjuntamente para la recuperación de esta especie casi extinguida
Endesa, la Fundación Migres, la Universidad de Cádiz, Estero Natural y el Parque Natural Bahía de Cádiz han unido esfuerzos para la recuperación del águila Pescadora, una especie que se reintrodujo en la península Ibérica en 2003, tras su desaparición de la península Ibérica en el siglo XX. Un equipo de voluntariado ha trabajado hoy en la colocación de un nuevo nido que sirva para la reproducción de esta ave marina en la bahía gaditana.
Para su instalación, los expertos de la Fundación Migres han elegido la zona de las marismas de San Rafael, gestionada por la empresa Estero Natural de la Bahía de Cádiz, un espacio protegido que tiene en concesión la Universidad de Cádiz con el objetivo de investigar, conservar y revalorizar cerca de 40 hectáreas de esta zona de incalculable valor medioambiental. Esta salina es anexa a la finca de la Esperanza, sumando así un nuevo hito para convertir este ecosistema salinero y de marismas, laboratorio natural de la UCA, en un referente para la reproducción y conservación de especies protegidas.
El nuevo nido situado a más de 7 metros del suelo, se ha colocado en un agujero de 1 metro de profundidad y 16 centímetros de diámetro, realizado con una maquina especializada que la Universidad de Cádiz ha prestado para la ocasión.
La colocación de este nido es crucial para la conservación del águila Pescadora, ya que esta especie cruza el Estrecho para invernar en África y regresan al territorio de la Península, al inicio de la primavera, para reproducirse, tal y como ha explicado Carlos Torralvo, responsable de la Fundación Migres y experto en águila Pescadora. Por este motivo, que encuentren nidos donde reproducirse es fundamental, y “esta es la base del proyecto que la Fundación Migres y Endesa han desarrollado y que forma parte del Plan de Conservación de la Biodiversidad de la Compañía, que, además de tener como meta reforzar la población de esta especie, contribuye al objetivo de conocer el estado poblacional del águila Pescadora de cara a su conservación” dentro de sus propios hábitats y allí donde interactúe con la actividad de Endesa.
Por su parte, el director de los Servicios Centrales de Investigación en Salinas (Salinas la Esperanza) de la Universidad de Cádiz, el profesor Alejandro Perez Hurtado, ha destacado la importancia de la colaboración entre las diversas entidades, desde estos servicios “tenemos como objetivo propiciar la colaboración en todas aquellas actividades que mejoren los valores ambientales de la marisma salinera y sin duda, este es un claro ejemplo donde debíamos colaborar”.
Desde Estero Natural, Antonio Rivero, representante de la empresa, ha mostrado su agradecimiento por haber podido colaborar en este tipo de iniciativas con entidades tan importantes y comprometidas con la conservación y “que permitirá la recuperación de un ave tan espectacular y emblemática de la Bahía de Cádiz”.
Para el Parque Natural Bahía de Cádiz, el director Conservador Rafael Martín destaca que este tipo de acciones con la participación comprometida de las entidades participantes suponen el camino a seguir y son una demostración de que es posible preservar y mejorar la biodiversidad de nuestras salinas y marismas; procurando al mismo tiempo oportunidades al emprendimiento en armonía con los valores del espacio natural, como se viene haciendo desde hace siglos.
Desde Endesa, Luis Quesada, responsable de este proyecto ha puesto en valor “la colaboración entre instituciones públicas y privadas que permiten desarrollar iniciativas como esta que tiene como objetivo recuperar una especie que había desaparecido y que gracias a la apuesta que hemos hecho desde Endesa y al gran trabajo de la Fundación Migres, se está recuperando”.
Endesa y la Fundación Migres llevan colaborando desde 2019 en la recuperación del águila Pescadora, instalando desde entonces seis nidos y seis posaderos en la zona de la Bahía de Cádiz, hábitat histórico natural de esta ave rapaz. Este año, Endesa y la Fundación Migres volverán a colaborar en la instalación de hasta cuatro nidos y seis posaderos más, dos de los cuales ya se han instalado en el embalse de Bornos y de Guadalcacín. El cuarto y último nido se colocará como el de hoy, en el Parque Natural de la Bahía de Cádiz.
A esta medida se una la instalación de cámaras de alta resolución en nidos ubicados en el embalse de Barbate y en el embalse de Guadalcacín, ambos en la provincia de Cádiz. Cada una de las cámaras realiza una instantánea cada 5 minutos, lo que le da una autonomía de 365 días, y permite obtener una fotografía de comportamiento que permite conocer cuando acuden al territorio, cuando empieza la incubación y nacen los primeros pollos, el número de huevos puestos y el número de pollos nacidos, o las interacciones con su misma especie y con otras especies.
En total, se han instalado dos cámaras de estas características y se tiene previsto colocar en el mes de abril una webcam en un nido, situado en el Paraje Natural Marismas del Odiel en Huelva (reserva de la Biosfera de la UNESCO), con el objetivo de ver en tiempo real la cría de pollos y dar a conocer más de cerca a la población esta ave única que poco a poco se está recuperando. De hecho, la pasada primavera los científicos identificaron diez parejas de águila Pescadora. Precisamente, cinco de estas parejas se encuentran en el embalse de Guadalcacín (entre San José del Valle, Arcos de la Frontera y Algar) y las otras cinco parejas se encuentran en el embalse de Barbate y, una de ellas era una nueva pareja.
La reintroducción del águila Pescadora
El águila Pescadora (Pandion haliaetus) es una rapaz de mediano tamaño, que se extinguió de la península Ibérica a finales del siglo XX. La última pareja que criaba en la provincia de Málaga dejó de hacerlo en los años 80.
En 2003 se inició en Andalucía el proyecto de reintroducción de esta especie. Fue desarrollado por la Fundación Migres en colaboración con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.
Tras la liberación durante 10 años en Huelva y Cádiz de 191 pollos de águila Pescadora procedentes de Escocia, Finlandia y Alemania, la población ha ido asentándose en distintos embalses de cuatro provincias andaluzas. Actualmente, la población ya cuenta con 19 parejas reproductoras que han sacado adelante una prole de 19 pollos, lo que constata que se ha afianzado como reproductor en la península Ibérica.
Una decena de estas parejas reproductoras se encuentran en la provincia de Cádiz. Esta expansión, que ha mantenido una progresión creciente, se ve favorecida por ser la Bahía de Cádiz el área de invernada más importante para el águila Pescadora en la península Ibérica, lo que implica la presencia de esta especie en el área a lo largo de todo el año.
Una vez reintroducida esta rapaz en Cádiz, los expertos constataron que los ejemplares que nidifican en la zona siguen encontrando carencias de plataformas de nidificación. El proyecto de Endesa y Migres tiene como objetivo cubrir esa necesidad e incluye además la instalación de posaderos para localizar mejor a las águilas que se encuentran en la provincia durante el invierno.
Endesa, dentro de su compromiso con el medio ambiente y la protección del entorno natural, colabora también en las actividades divulgativas sobre la recuperación del águila Pescadora, como charlas informativas y cursos para estudiantes y profesionales que deseen aumentar sus conocimientos sobre esta especie y su conservación.