Casi un centenar de personas han participado en esta actividad de divulgación científica organizada por el departamento de Ciencias de la Tierra
El departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Cádiz ha celebrado la XIII edición del Geolodía, con la participación de casi un centenar de personas, en el entorno de la isla de Sancti Petri, uno de los enclaves más singulares del litoral gaditano, tanto por su paisaje como por su historia, entre la Isla de Sancti Petri y Punta del Boquerón en el término municipal de San Fernando.
Para ello, han contado con la colaboración especial de la empresa Castillo de Sancti Petri, dedicada a los servicios turísticos, que ha facilitado el transporte en barco necesario para el desarrollo de la actividad. Este evento ha formado parte de las celebraciones desarrolladas en el marco del Geolodía 24. El Geolodía es el gran acontecimiento anual de divulgación geológica coordinado por la Sociedad Geológica de España con el apoyo de otras entidades como el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) o el Ilustre Colegio de Geólogos y en el que participan cada año hasta 10.000 personas. Su finalidad es dar a conocer y poner en valor el patrimonio geológico de cada una de las 50 provincias españolas a partir de salidas de campo gratuitas y abiertas a todos los públicos y de otras actividades.
Sus organizadores analizaron los principales elementos geológicos de la zona, su génesis y su dinámica, la evolución de la línea de costas y los impactos de la actividad humana sobre el medio físico y sobre la biota. Además, se contó con la participación de dos miembros del Centro de Arqueología Subacuática del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía, Lourdes Márquez y Mili Jiménez, que disertaron sobre aspectos históricos relacionados con la fisiografía de la zona.
Tras recibir una breve exposición a cargo del profesor Ángel Sánchez-Bellón sobre el contexto geológico de la zona, la expedición se montó en lancha en pequeños grupos desde el embarcadero del Puerto de Sancti Petri hasta la Punta del Boquerón. Este espacio marino constituye el extremo meridional de la isla barrera que separa el Océano Atlántico del sistema de marismas comprendido entre las localidades de San Fernando y Chiclana y que por sus valores paisajísticos y ambientales fue declarado por la Junta de Andalucía en 2003 como Monumento Natural. En este promontorio arenoso, los asistentes pudieron asistir a las explicaciones sobre la influencia de los agentes modeladores, básicamente el viento, el oleaje y las mareas sobre el paisaje. Así, el profesor Eduardo Molina centró su atención sobre el delta de reflujo ubicado en la desembocadura del caño de Sancti Petri, su morfología y evolución, las formas de fondo y los factores condicionantes. Los investigadores Irene Delgado y Juan Montes abordaron “el significativo retroceso de la línea de costas en las últimas décadas, el efecto de los temporales sobre la isla barrera que se manifiesta, entre otros fenómenos, con grandes abanicos de desbordamiento y la génesis y construcción del cordón dunar que en el sector meridional de la isla barrera alcanza alturas superiores a los seis metros”, como detallan los investigadores de la UCA.
Posteriormente, y tras regresar de nuevo al puerto de Santi Petri, los asistentes se embarcaron en un barco turístico y realizaron un recorrido primero por el caño para después dirigirse hacia mar abierto hasta el islote de Santi Petri. Desde el barco, el profesor Javier Gracia describió los procesos sedimentarios que se producen en la marisma y las diferentes tasas de sedimentación determinadas mediante métodos isotópicos en diferentes zonas y, a continuación, en las proximidades del islote, presentó la serie estratigráfica identificada en estudios previos por diferentes autores y la correspondiente reconstrucción paleogeográfica durante el Pleistoceno superior hasta nuestros días. Por último, el profesor Tomás Fernández-Momblant se refirió al pecio del Fougueux, navío francés de 74 cañones hundido en 1805 en las proximidades de la isla durante la batalla de Trafalgar. Explicó la utilidad del análisis de los restos para interpretar la evolución morfodinámica costera que encaja con las observaciones más recientes.
Al término de la jornada de campo, en la sobremesa Daniel Paniagua desarrolló un taller sobre dientes de tiburón y megalodón con material proporcionado por el Dr. Fernando Muñiz, dirigido especialmente a los más pequeños.