Un estudio refleja cómo ha afectado el confinamiento por el COVID-19 a la comunidad de la Universidad de Cádiz 28 mayo 2020
Los resultados de este trabajo, entre 600 personas encuestadas, muestran más carga de trabajo, estrés laboral y alteraciones del sueño, además de preocupación por el futuro profesional
Investigadores del grupo de Epidemiología Social y Clínica (CTS-991) de la Universidad de Cádiz, que dirige la profesora Inmaculada Failde, catedrática de Medicina Preventiva y Salud Pública, han llevado a cabo un estudio centrado en analizar el impacto que ha producido el Estado de Alarma y el confinamiento por Covid-19 en el personal de dicha comunidad universitaria. Entre los resultados, obtenidos con una encuesta a 677 personas, destacan que el 40,8% manifestó tener más carga de trabajo que antes, el 44,5% sufre estrés laboral y el 55,7% está preocupado por el futuro laboral de sus compañeros. Eso sí, el 61,8% confesaba que el trabajo ayudaba a sobrellevar el aislamiento social. Asimismo, el 46,8% de los participantes en este estudio han asegurado que durante el confinamiento hacían menos ejercicio físico que antes y el 23,3% ha revelado que dormía mal o muy mal.
Y se puede extraer como principales conclusiones del estudio, que la comunidad de la Universidad de Cádiz en su conjunto conoce bastante bien la COVID-19 y su prevención. Asimismo, se puede resaltar que tras tres semanas y media de confinamiento (fecha en la que se realizó este estudio) no se encontraba excesivamente afectada por los problemas clínicos directamente relacionados con la pandemia, aunque ya se observaban algunas consecuencias del confinamiento, especialmente en lo que tiene que ver con la mayor carga de trabajo, con un mayor estrés laboral, problemas de sueño y la falta de ejercicio físico.
Igualmente, este estudio muestra que la percepción que la comunidad universitaria tiene de su salud es similar a la que tenía antes de la pandemia, a excepción del dolor crónico, donde el 41,9% de las personas que lo padecen aseguraron que era mucho peor que antes del COVID-19. La dedicación a las redes sociales y a actividades como videollamadas aumentaron de forma importante, subiendo hasta un 84,2% en el caso de estas últimas. Por otra parte, los encuestados reflejaron sentir un buen apoyo social o familiar en estos momentos de gran dificultad.
Esta investigación también ha servido para comparar la situación entre el Personal Docente e Investigador (PDI) y el Personal de Administración y Servicios (PAS) de la UCA. “Vemos que el PDI tiene unas condiciones de vida algo mejores (más ingresos, viviendas más grandes) y menos personas a su cargo, y lo que realmente le causa estrés es el trabajo”, como explica la responsable de este estudio. Por el contrario, “el PAS está menos estresado con el trabajo, pero parece estarlo más por las consecuencias de la pandemia y por la pandemia en sí misma, ya que tiene más problemas emocionales, de sueño y peores estrategias de afrontamiento frente a la enfermedad. Su percepción de la enfermedad es peor y respecto al trabajo le preocupa más su futuro profesional”. De hecho, al 45,3% del PAS le preocupa su futuro laboral, frente a un 34,3% del PDI que se manifiesta en este sentido.